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Antes del Mónaco, ambos pilotos de ABT CUPRA -Robin Frijns y Mueller- se alinearon en la primera fila de la parrilla en Berlín y anotaron los primeros puntos del equipo de la era GEN3.
Casi volviendo a una posición anotadora de puntos, Mueller reflexionó sobre su desempeño y cómo se movió por el campo del 17 al noveno alrededor del famoso Principado.
“Maximizamos lo que teníamos”, dijo después de la carrera. “Estoy contento con el trabajo que hicimos. Es frustrante que no hayamos obtenido ninguna recompensa por ello, siendo sacados dos vueltas del final en P9.
“Dos puntos en una carrera, viniendo del 17 para nosotros, habrían sido como una victoria, honestamente. Tan muy triste para todo el equipo, porque el auto estaba muy dañado y no por culpa nuestra. Tenemos que tragarnos eso”.
Bird también estaba en una carga arriba de la parrilla pero provocó la colisión con Mueller justo después de la esquina Sainte-Dévote. En consecuencia, el piloto de Jaguar fue impactado con una penalización de cinco segundos después del E-Prix y se le dio otro punto de penalización, llevando su total hasta cinco en los últimos 12 meses.
“Estaba claro que iba a defender mi posición. Yo sostenía la línea interior. Después de que empezamos a romper, Bird intentó meter la nariz por dentro soltando un poco el freno. Si me hubiera abierto, me habría ido dirigiendo directo a la pared. Entonces ya no había elección. Tuve que tratar de hacer el ápice, y él me pegó con su rueda delantera en mi rueda trasera. Está claro, y le dieron una penalización por ello, pero ABT CUPRA obtuvo una gran penalización en cuanto a la factura de daños.
“No es nada personal. Le respeto mucho. Normalmente es un corredor muy justo y duro por ahí. Supongo que también hay cierta frustración construyendo dentro de sí mismo cuando tienes una temporada en la que pareces tener un paquete competitivo, pero las cosas no salen a tu manera. A lo mejor eso es lo que te empuja a hacer movimientos como este”.
A pesar de que Mueller estaba fuera después de su contacto con Bird, también llevaba algún tiempo lapeando las calles de Mónaco sin ala delantera.
“La perdí en la horquilla de Loews en uno de los atascos que hay ahí”, confesó. “Mantener la nariz limpia es muy difícil, y no me las arreglé del todo. Me perdí un poco ese ala delantera, sobre todo cuando la carrera fue plana al final. Yo luché mucho con la falta de fuerza aerodinámica. No me hice la vida más fácil, pero por suerte fuimos bastante buenos con la energía en esta carrera. Eso es lo que me salvó, y creo que lo que podría habernos mantenido en esa posición hasta entonces, pero Sam tenía otros planes”.