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El Campeonato Mundial de Fórmula E de ABB FIA opera a la vanguardia en más de un sentido, con la extricación de pilotos otra área en la que la pionera serie monoplaza marca el ritmo tanto dentro como fuera de la pista.
La seguridad ocupa un lugar prioritario en la agenda de todo el deporte del motor internacional para la FIA, y estar preparado para cualquier eventualidad es primordial para garantizar que los eventos se desarrollen de la manera más segura y fluida posible. En la Fórmula E, una parte clave de esa ecuación son los llamados ejercicios de 'coche rojo', que se refieren a la extricación de los conductores de los autos eléctricos atropellados y a la recuperación del propio automóvil.
Supervisada por el Delegado Médico de la FIA del campeonato, Bruno Franceschini, en asociación con el Delegado de Seguridad Electrónica de la FIA, Konrad Essen, un equipo de extricación médica permanente de MDD Motorsport Medical viaja a cada E-Prix. Para fomentar el máximo rendimiento, las simulaciones de autos rojos se realizan in situ en la construcción inmediata de cada fin de semana de carrera, y lo han sido desde que se lanzó el campeonato en 2014, lo que convierte a la Fórmula E en el punto de referencia para todas las demás series eléctricas o híbridas, ya que continúa siendo pionera en procedimientos que luego se lanzan rutinariamente en otros lugares.
Un 'coche rojo' es esencialmente un automóvil parado en la pista como resultado de un accidente o problema eléctrico, lo que lo hace potencialmente inseguro, o 'rojo' como las luces de seguridad ubicadas en el chasis frente al halo. Debido al voltaje que corre a través de los vehículos eléctricos, se deben seguir ciertos pasos para extraer de manera cuidadosa y segura al conductor de la cabina y recuperar el automóvil.
Durante estos ejercicios de entrenamiento, el piloto de seguridad de Fórmula E de la FIA, Bruno Correia, desempeña el papel del conductor que necesita ser extricado. Con guantes de protección especiales, el equipo de extricación médica cubre el automóvil con lonas no conductoras antes de comenzar la operación.
Estas simulaciones regulares aseguran que el procedimiento se mantenga fresco y claro en la mente de cada miembro del equipo, al tiempo que se toman en cuenta las particularidades o actualizaciones relevantes de cada circuito.
Se realizan ejercicios adicionales de extricación con dos pilotos de campeonato en cada evento, para asegurarse de que de manera similar estén plenamente conscientes de lo que sucederá y de lo que deben hacer en caso de encontrarse en tal situación.
En ambas instancias, los equipos médicos y de rescate locales también participan en el 'ensayo general', permitiendo a sus integrantes ejercer y desarrollar sus propias competencias, lo que puede resultar beneficioso en futuras reuniones raciales nacionales y regionales.
“Siempre se requiere especial cuidado a la hora de extraer a un piloto de un auto de carreras varado, y ese es aún más el caso cuando el auto en cuestión es eléctrico, con los factores adicionales que hay que considerar”, explica Bruno Franceschini. “Estamos orgullosos del estatus de la Fórmula E como el que establece el estándar en este dominio, pero nunca podemos descansar en nuestros laureles y debemos entrenar y volver a entrenar continuamente para garantizar que las habilidades se mantengan afiladas.
“De la misma manera, estos ejercicios de autos rojos nos permiten educar y mejorar la experiencia del personal médico y de rescate local en las ubicaciones que visita el campeonato, dejando atrás un legado positivo para el beneficio general de nuestro deporte”.